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¿Qué síntomas provoca?
Las manifestaciones clínicas de las membranas dependen de:
- Su grosor.
- El grado de tracción que inducen sobre la retina.
Pueden variar desde ausencia de síntomas a:
- Una importante metamorfopsia (deformación de los objetos), incluso incapacitante.
- Micropsia (ver los objetos más pequeños).
- Fotopsia (ver destellos luminosos).
- Macropsia (ver los objetos más grandes).
- Diplopía (ver los objetos dobles).
- Aniseiconía (ver los objetos de diferente tamaño de un ojo al otro).
- Pérdida de visión (sobre todo de la visión en el centro del campo visual).
¿Cuales son sus causas?
Las membranas epirretinianas se forman porque, en la superficie de la retina, crecen células que segregan colágeno y células con capacidad contráctil. El resultado es un tejido fibroso que crece en la superficie de la retina y tira de ella.
- Las membranas epirretinianas suelen afectar a un solo ojo, aunque en ocasiones pueden verse afectados los dos.
- Son más frecuentes en mujeres a partir de los 50 años.
Las membranas epirretinianas se pueden clasificar en función de sus causas.
Idiopáticas
La membrana puede aparecer en un paciente sano, sin más evidencia de una enfermedad intraocular que la aparición de un desprendimiento de vítreo, un problema visual muy frecuente vinculado a la enfermedad y que no suele ser grave.
Secundarias
También se pueden encontrar membranas epirretinianas secundarias a otras enfermedades como:
- Desprendimiento de la retina.
- Traumatismos oculares.
- Tumores oculares.
- Inflamaciones intraoculares como la uveítis o las inflamaciones que se producen tras las cirugías.
- Enfermedades vasculares de la retina.
- Enfermedades oculares degenerativas, como la retinosis pigmentaria.
¿Qué tipos de membranas existen?
Además de por sus causas, las membranas epirretinianas se pueden clasificar en función del estadio o grado en el que se encuentran, de acuerdo con los resultados del examen del fondo de ojo realizado por el oftalmólogo:
- Grado 0: Maculopatía en Celofán. Se aprecia una membrana semitransparente en la superficie interna de la retina que no causa distorsión sobre la retina y no oscurece los vasos sanguíneos subyacentes.
- Grado 1: Retinopatía con superficie arrugada. La membrana produce distorsión sobre la retina y está empezando a volverse opaca, aunque pueden observarse los vasos sanguíneos subyacentes.
- Grado 2: Pucker macular o pliegue macular. En este caso se ha formado una membrana gruesa, opaca y blanquecina que causa oscurecimiento y distorsión de la retina y de los vasos sanguíneos subyacentes.
En este vídeo el Dr. Luis Arrevola explica en qué consiste la membrana epirreteniana
¿Cómo se realiza la exploración y el diagnóstico?
La herramienta esencial para el diagnóstico de las membranas epirretinianas es la tomografía de coherencia óptica (OCT) porque con ella se puede identificar con precisión cualquier cambio en la superficie de la retina o en alguna de sus capas.
Gracias a la OCT se pueden diagnosticar algunas alteraciones del fondo de ojo que causan las membranas, como agujeros lamelares (agujero de espesor parcial de la retina) o pseudoagujeros maculares (falsos agujeros).
¿Cómo se realiza el seguimiento del paciente?
En los casos incipientes, debe hacerse seguimiento semestral o anual en función de la evolución de la enfermedad. Este seguimiento debe incluir:
- Medición de la agudeza visual (AV).
- Estudio biomicroscópico de la mácula.
- Estudio con OCT.
Todas estas pruebas permitirán detectar y evaluar posibles cambios en la membrana que pueden provocar el deterioro progresivo de la agudeza visual.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
En las formas idiopáticas (cuando la enfermedad surge sin causa que la justifique), los factores de riesgo conocidos asociados con la membrana epirretiniana son:
- La edad. Es más frecuente entre las personas mayores de 50 años.
- La presencia de desprendimiento posterior de vítreo.
¿Qué tratamientos existen para la membrana epirretiniana?
- En el caso de que alguno de los factores mencionados anteriormente sea la causa de la membrana, el oftalmólogo abordará primero la enfermedad de base.
- En el caso de las membranas epirretinianas idiopáticas y una vez resuelta la causa de las membranas epirretinianas secundarias, el tratamiento quirúrgico está indicado exclusivamente cuando el paciente pierde visión central o nota distorsión de las imágenes.
¿En qué consiste la cirugía?
El tratamiento consiste en la realización de una cirugía vitreorretiniana llamada vitrectomía, que permite acceder a la parte posterior del ojo y extraer la membrana.
- Se realizan tres pequeñas incisiones en la esclerótica, la parte blanca del ojo.
- A través de estas incisiones se insertan unos instrumentos muy finos.
- Se elimina el gel vítreo.
- Se retira la membrana de la superficie de la retina.
¿Qué resultados se obtienen?
Los objetivos de esta cirugía son:
- Reducir las distorsiones.
- Prevenir que la membrana siga deteriorando la visión.
- La mejora de la visión es menos predecible.
¿Se puede prevenir?
En este caso, la mejor forma de prevenir que la membrana epirretiniana afecte a la visión del paciente es detectarla precozmente mediante revisiones oftalmológicas que deben ser especialmente frecuentes y minuciosas en pacientes:
- Que han pasado por una cirugía intraocular.
- Que han sufrido inflamaciones intraoculares.
- Que tienen una patología en los vasos de la retina.
- Que han sido diagnosticados de una membrana epirretiniana macular en su otro ojo.
De esta forma, el especialista en oftalmología, apoyándose en pruebas diagnósticas de última generación, vigilará la evolución de la patología para valorar la posible necesidad de tratamiento.
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Este contenido ha sido elaborado por la Dra. Marta S. Figueroa
Oftalmóloga especializada en Retina Quirúrgica y Retina Médica. Directora de la Unidad de Retina y del Área de I+D de Retina de Clínica Baviera. Jefa del Departamento de Retina del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
La Dra. S. Figueroa cuenta con una amplia experiencia asistencial, quirúrgica, investigadora y docente en el ámbito de las patologías de retina, especialmente en lo que respecta al tratamiento de los desprendimientos de retina, la retinopatía diabética, los traumatismos oculares, la cirugía macular y la DMAE. Ha publicado más de 150 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales y 12 libros Es Profesora Asociada en la Universidad de Alcaláde Henares desde 1991.
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